
La gigantesca figura de La Orca es uno de los hallazgos arqueológicos más recientes en las pampas de Nasca y Palpa, y forma parte de la bellísima iconografía de la Cultura Nasca. Pero corre peligro por traficantes de terrenos que han cercado la zona e impiden el acceso a los turistas.
El enorme geoglifo hallado y recuperado por los arqueólogos peruanos es uno de los dibujos más enigmáticos y antiguos del circuito Palpa-Nasca, y tuvo que pasar 50 años para que el Estado peruano lograra recuperarlo cuando ya se daba por perdido.
Fue fotografiado a principios de los años 60 del siglo pasado, identificado y rescatado por el equipo de arqueólogos liderado por Johny Isla Cuadrado, responsable de la Oficina Descentralizada de Cultura de la región Ica.