“Yo no aporto al partido. Yo hice (pagos) con mi tarjeta porque ese dinero está bancarizado. Es mi dinero y yo veo lo que hago con él. Yo era el que compraba los pasajes para ella, para su seguridad y para otras personas. Yo pagaba el hotel, los alimentos, etcétera, etcétera”, señaló, sin estimar cuánto dinero puso en la campaña de Boluarte.

“Ella iba en mi vehículo sentada. Yo la llevaba de aquí para allá con camionetas. Había viajes a Junín, a Chimbote, a Casma y a distintos lugares. A Piura, a Apurímac, a Arequipa (…) Esos gastos los eché yo”, matizó.

“Uno de ellos es el empresario Edu Beltrán. Yo tengo chat privado, tengo su teléfono y fotografías donde en una mesa se entregó 150 mil soles a una señora de altísima confianza de la doctora Boluarte”, dijo.

Detalló que, en aquella entrega, estuvieron presentes Grika Asayag, ahora asesora de la mandataria, así como la secretaria del Club Apurímac, la asociación privada que aun preside Boluarte, pese a que la Constitución le prohíbe tener una dirección en un ente privado, según un informe de Perú 21.

En otro momento de la conversación señaló que toda la marca de Beltrán ocupó “el MIDIS en lo que son las ollitas comunes, el vaso de leche, comedores populares, las canastas que hicieron todo”. El empresario huanuqueño, en tanto, negó el vínculo con la jefa de Estado cuando El Foco lo contactó.

La acusación de Shimabukuro llega días después de la detención preliminar de Jorge Ernesto Hernández Fernández, alias El Español, sindicado como parte de una red corrupta que presuntamente fue liderada por Castillo.

Según la tesis fiscal, Shimabukuro recogió a Barba Daza en el centro de Lima y lo condujo a la reunión con el expresidente en la escuela de la Policía, en San Bartolo. Sin embargo, ha negado las acusaciones.