De no creer: la guerra comercial entre Estados Unidos y China impactará en los consumidores de nuestro país

La confrontación comercial entre Estados Unidos y China, dos de las mayores economías globales, genera incertidumbre en Perú, un país dependiente de las importaciones y exportaciones. Esta guerra arancelaria, caracterizada por la imposición de aranceles a productos importados, podría alterar los precios y la disponibilidad de bienes en el mercado peruano, afectando directamente a los consumidores.
Dado que Perú depende significativamente de sus vínculos comerciales con ambas potencias, el impacto de esta disputa no se limita a los países en conflicto. La economía peruana, altamente integrada al comercio global, enfrenta riesgos y oportunidades.
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— Carlo Constantini (@cconstantini) April 2, 2025
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Para explorar estas implicancias, se le consultó a expertos como Carlos Aquino Rodríguez, economista; Miguel Ángel Rodríguez Mackay, exministro de Relaciones Exteriores; y Rafael Zacnich, gerente de estudios económicos de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (Comex).
En este contexto, la disputa comercial refleja una estrategia de Estados Unidos para frenar el crecimiento económico de China. Según Rodríguez Mackay, “es una guerra preparada porque China crece a pasos agigantados. Estados Unidos quiere detenerla, y lo hace a través de la guerra comercial. Pero, lamentablemente, los grandes conflictos siempre afectan a los países pequeños”.
Aquino Rodríguez destacó que ambas naciones representan el 43 por ciento del PBI mundial y el 25 por ciento del comercio global, por lo que su conflicto impacta inevitablemente a economías más pequeñas como la peruana. “Estados Unidos y China son las dos economías más grandes del mundo. Si estas dos economías entran en conflicto, el impacto es inevitable para países más pequeños, como Perú”, afirmó.
Por su parte, el comercio peruano está estrechamente ligado a Estados Unidos y China, que absorben el 13 y el 34 por ciento de las exportaciones peruanas, respectivamente. Aquino Rodríguez explicó que una reducción en la demanda china, afectada por los aranceles, podría disminuir la compra de productos peruanos como cobre y hierro.
“China necesita productos como el cobre y hierro que Perú produce para sus fábricas, pero si China no puede vender a Estados Unidos, su producción se verá afectada, lo que impactará en la demanda de estos productos”, señaló. Además, la industria textil peruana enfrenta amenazas por la posible llegada de productos chinos más baratos, según Rodríguez Mackay.
Aunque aún no se reportan efectos directos, Zacnich indicó que los exportadores peruanos podrían enfrentar costos adicionales de hasta un 10 por ciento. “Hasta el momento, no hay evidencia concreta de afectaciones, pero los exportadores podrían asumir algunos costos adicionales”, comentó.
Sin embargo, los consumidores podrían beneficiarse de precios más bajos en productos como ropa y electrónicos. Aquino Rodríguez señaló que “nosotros como consumidores podríamos beneficiarnos de importaciones baratas, que China ya no puede vender a Estados Unidos y los vende a otros países”. No obstante, advirtió que industrias locales, como la textil y de calzado, podrían sufrir por la competencia con productos chinos más económicos.
Ante este escenario, los expertos subrayan la necesidad de diversificar los mercados comerciales. Rodríguez Mackay abogó por un enfoque multilateral: “Deberíamos adoptar un enfoque multilateral y diversificar nuestras relaciones comerciales. Es fundamental aprovechar la oportunidad para explorar nuevos mercados y abrir más espacios. No podemos prescindir de China, nuestro principal socio comercial, ni de Estados Unidos”.
Además, alertó que la falta de políticas proactivas podría agravar los impactos. “Sin embargo, al no ser proactivos y carecer de políticas de Estado adecuadas para abordar guerras comerciales como la que estamos viviendo a nivel global, podríamos ser más afectados de lo que imaginamos si seguimos distraídos”, afirmó.
En resumen, la guerra comercial entre Estados Unidos y China podría abaratar algunos productos en Perú, beneficiando a los consumidores, pero también pone en riesgo sectores como el textil. La diversificación de mercados y políticas comerciales sólidas serán clave para proteger la economía peruana frente a estas tensiones globales.