Boluarte afirmó que la Policía Nacional ha solicitado intervenir inmuebles ligados a redes delictivas, pero la falta de celeridad del sistema judicial frena estas operaciones. “No estamos inactivos. Nuestra Policía arriesga su vida, pero vencer la delincuencia requiere del esfuerzo conjunto de todas las instituciones”, expresó, exigiendo mayor agilidad al Ministerio Público y al Poder Judicial.

Estas críticas surgen tras recientes allanamientos a su entorno, como el de su hermano, que desató protestas desde el Ejecutivo. El discurso de la presidenta coincide con una ola de inseguridad que azota Lima y Callao, con asesinatos, extorsiones y ataques a transportistas.

Esta situación motivó un paro de transporte el 2 de octubre, convocado por gremios que exigen medidas urgentes. Aunque el general Felipe Monroy, jefe de la Región Policial Lima, y el ministro de Transportes, César Sandoval, aseguraron que el servicio operaba con normalidad, los pasajeros enfrentaron serias dificultades.

En Lima Norte, manifestantes atacaron buses, desinflaron llantas y obligaron a usuarios a caminar o pagar hasta 8 soles por trayectos que suelen costar 2 soles. Un ciudadano expresó su frustración: “El ministro nos mintió”.