Irrespetuosa contra el Sumo Pontífice: Boluarte se ausentó en una misa en honor al papa León XIV en la Catedral de Lima

La Catedral de Lima fue escenario de una misa solemne por San Pedro y San Pablo, dedicada al Papa León XIV, el pontífice de origen peruano que captó la atención mundial.
Pero la gran ausente fue la presidenta Dina Boluarte, cuya inasistencia a un evento de tal magnitud, con embajadores, autoridades y el cardenal Carlos Castillo al frente, dejó un sabor amargo entre los presentes y creyentes.
¿Un desaire al Papa o simple desidia política? El acto, presidido por el arzobispo de Lima, reunió al premier Eduardo Arana, ministros, la fiscal de la Nación Delia Espinoza, representantes de las Fuerzas Armadas, la PNP y el cuerpo diplomático. Monseñor Giuseppe Quirighetti, de la Nunciatura Apostólica, también estuvo presente.
Castillo, en su homilía, destacó la elección de León XIV, el cardenal Robert Prevost, como un “momento del Espíritu Santo”. Recordó su trayectoria humilde en Chulucanas, Chiclayo y El Callao, donde sirvió sin ambiciones. “Es una luz de esperanza en un mundo al borde del colapso”, afirmó, aludiendo a la crisis global.La ausencia de Boluarte no pasó desapercibida.
Aunque Palacio de Gobierno señaló que su asistencia no estaba confirmada, fuentes de La República aseguraron que había comprometido su presencia de manera informal.
Este desplante contrasta con su protagonismo en mayo, cuando encabezó la delegación peruana en la entronización de León XIV en el Vaticano, ocupando la primera fila.
Curiosamente, semanas atrás, Boluarte promocionó con entusiasmo la “ruta del Papa”, un circuito turístico que resalta los lugares donde Prevost dejó huella como misionero y obispo.
El proyecto, que incluye mejoras en infraestructura y guías capacitados, busca posicionar al Perú como destino de turismo religioso. Pero, ¿cómo se explica que la presidenta impulse esta iniciativa y luego ignore un homenaje al mismo Papa en su propia capital?
La falta de Boluarte en la misa no solo evidencia una desconexión con el simbolismo de León XIV, sino que alimenta las críticas sobre su gestión errática.