VIDEO | Dina Boluarte ignoró el saludo del presidente Petro y reabrió una vieja disputa con Colombia

Durante la ceremonia de posesión del presidente ecuatoriano Daniel Noboa, un gesto de la mandataria Dina Boluarte captó la atención internacional. En el hemiciclo de la Asamblea Nacional de Ecuador, Boluarte evitó saludar de manera formal al jefe de Estado colombiano Gustavo Petro, un episodio que reavivó las tensiones diplomáticas entre Perú y Colombia, latentes desde 2022.
El incidente ocurrió cuando Petro, al tomar su asiento junto a Boluarte, extendió la mano para saludarla. La mandataria peruana, sin embargo, no respondió al gesto, limitándose a una interacción mínima y sin dirigirle la mirada.
La imagen de la presidenta de Perú negándole el saludo a Gustavo Petro es mucho más que un gesto: es una declaración de principios. En Perú, un presidente que intentó forzar el orden constitucional —Pedro Castillo— fue destituido y hoy está en prisión. Su sucesora, Dina Boluarte,… pic.twitter.com/p51FO9rvSm
— Martin Eduardo Botero (@boteroitaly) May 26, 2025
Petro, tras un breve toque en el brazo de Boluarte, continuó su recorrido. Las cámaras registraron que la presidenta saludó cordialmente a otros dignatarios presentes, lo que destacó aún más su actitud hacia el líder colombiano.
Este episodio no es un hecho aislado, sino que se enmarca en un contexto de relaciones bilaterales deterioradas. Las tensiones entre ambos gobiernos se intensificaron tras la destitución de Pedro Castillo en diciembre de 2022, un hecho que llevó a Boluarte al poder.
Mientras la comunidad internacional respaldó mayoritariamente la sucesión constitucional, Petro cuestionó la legitimidad del mandato de Boluarte y expresó apoyo a Castillo, generando fricciones con Lima.
A lo largo de 2023, las críticas de Petro a la gestión de Boluarte, especialmente por la respuesta de las fuerzas de seguridad peruanas a las protestas post-Castillo, escalaron el conflicto. El mandatario colombiano llegó a comparar el gobierno peruano con regímenes autoritarios, lo que provocó una respuesta contundente de Perú. El Congreso declaró a Petro persona non grata y recomendó restringir su ingreso al país, mientras que el gobierno de Boluarte retiró a su embajador en Bogotá, reduciendo las relaciones al nivel de encargados de negocios.
Pese a estos roces, hubo intentos por recomponer los lazos. En febrero de 2025, ambas cancillerías acordaron restablecer el intercambio de embajadores como un paso hacia la distensión. Sin embargo, el gesto de Boluarte en Quito, donde ambos fueron los únicos jefes de Estado presentes en la investidura de Noboa, sugiere que las diferencias persisten.
La ceremonia, marcada por un ambiente solemne, contó con la presencia de figuras como la vicepresidenta de República Dominicana, Raquel Peña, y el vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, quienes intercambiaron saludos cordiales con Petro. Este contraste resaltó aún más la frialdad entre los líderes andinos.
El episodio en Ecuador evidencia que, aunque los canales diplomáticos permanezcan abiertos, las tensiones personales y políticas entre Boluarte y Petro siguen siendo un obstáculo para normalizar plenamente las relaciones entre Perú y Colombia.