VIDEO | Ya da pena: la aprobación hacia la gestión desastrosa de Dina Boluarte se acerca al 0 por ciento

La gestión de la presidenta Dina Boluarte registró un rechazo sin precedentes en la historia peruana, con solo un 2 por ciento de aprobación, según la última encuesta de Ipsos publicada por Perú21. Este nivel ínfimo de respaldo refleja una profunda desconexión entre la mandataria y las expectativas ciudadanas, a poco más de un año de concluir su mandato.
En este contexto, la desaprobación de Boluarte se mantiene en un elevado 94 por ciento, una cifra que no ha variado desde abril. Este rechazo generalizado se intensificó tras la muerte de 13 trabajadores de la minera Poderosa en Pataz, La Libertad, el 5 de mayo de 2025. La encuesta, realizada los días 8 y 9 de mayo, captura el impacto de este suceso en la percepción pública.
Asimismo, el ministro del Interior, Julio Díaz Zulueta, quien asumió el cargo en marzo, enfrenta una desaprobación del 77 por ciento. Esta evaluación negativa refuerza la imagen de un gobierno incapaz de responder a las demandas sociales y de seguridad.
La persistencia de una desaprobación superior al 90 por ciento durante al menos nueve meses marca un récord histórico, según Guillermo Loli, director de Estudios de Opinión de Ipsos.
“En 30 años de encuestas, nunca vimos una tendencia tan prolongada de rechazo. Es un caso excepcional a nivel global”, afirmó. Loli atribuye esta situación a la inacción del Ejecutivo frente a problemas como la violencia en Pataz, que agrava la percepción de ineficiencia.
Con un margen de error de +/-2.8 por ciento, la aprobación de Boluarte podría oscilar entre un 4 por ciento y un inédito 0 por ciento. Este escenario evidencia una crisis de legitimidad, pese a que la presidenta asumió el cargo conforme al proceso constitucional. “Desde el inicio, hubo un rechazo hacia su liderazgo”, señaló Loli, destacando la falta de apoyo popular.
A pesar de estos niveles de desaprobación, Boluarte permanece en el poder, en parte, porque el Congreso no muestra interés en promover cambios. Según Loli, la ausencia de un líder dispuesto a asumir un interinato de un año y la proximidad de las elecciones, con la posibilidad de reelección congresal, desincentivan cualquier iniciativa para alterar el statu quo.