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Llenos de incertidumbre

Argentinos varados en Cusco y sin tipo de ayuda piden que el gobierno argentino medie para que los dejen viajar

En algunos casos, para la repatriación, les están pidiendo 200 dólares para poder pagar la diferencia del viaje en el caso de que la compañía a la que le compraron los pasajes no gire el dinero.

Unos 130 ciudadanos argentinos están muy preocupados porque quedaron varados y totalmente abandonados sin ningún tipo de ayuda en la ciudad de Cusco en Perú, donde el gobierno de Martín Vizcarra Cornejo declaró el aislamiento social obligatorio y endureció aún más las medidas con el toque de queda para prevenir el avance del Covid-19.

Lo único que piden es información oficial de parte de las autoridades peruanas para saber cómo enfrentar estos días. Además, piden que el mensaje le llegue al presidente Alberto Fernández y a la Cancillería conducida por Felipe Solá, para que los puedan repatriar y así cumplan la cuarentena en el país, porque los gastos ya están superando sus presupuestos.

Según, denunciaron, está mañana salió un vuelo de Aerolíneas Argentinas con muchos asientos vacíos. Asimismo, señalaron que, en Perú, las autoridades no les permiten llegar a Lima para tomar el avión rumbo a Buenos Aires. Por lo que piden que la intermediación del Gobierno Argentino y hagan las gestiones necesarias para que puedan volver a sus casas.

Daiana, una de las argentinas en Cusco, narró su peripecia a NOVA y aseguró que “seguimos varados, todos los gastos son solventado por nosotros, no tenemos ninguna ayuda del Gobierno peruano ni del argentino”. En el caso de la repatriación les dicen que “no nos van a pagar nada, nos preguntaron quién estaba en condiciones de solventar los gastos”, indicó.

Les están pidiendo 200 dólares para poder pagar la diferencia del viaje en el caso de que la compañía a la que le compraron los pasajes no gire el dinero, denunció la joven que, al igual que sus compañeros, lo único que pide es la posibilidad de volver y hacer la cuarentena en el país, “porque acá seguimos siendo turistas, seguimos alquilando, pagando hosteles, casas, lo que fuera; la comida la seguimos pagando nosotros, y a un precio que no es el mismo que es el mismo que tenemos en Argentina, a un 30 por ciento más”, señaló.

Daiana salió del país el 1 de marzo, cuando no había ningún caso de coronavirus en Argentina ni en Perú y las autoridades de ambas naciones ni pensaban en la posibilidad de decretar el aislamiento social obligatorio y cerrar todas sus fronteras. “Se dice que somos responsables, yo me hago cargo de mi responsabilidad de estar acá, pero en ese momento no había ninguna medida oficial de ningún gobierno”, se indignó la joven.

En otro momento de su relato, Daiana se sorprendió del rápido avance del Covid-19 y nunca se imaginó que la emergencia la agarrase de está amanera. Además, la joven llamó la atención sobre “la inconciencia de muchos de no respetar la cuarentena obligatoria. Acá en Perú es muy estricta, no podés salir a la calle, la policía te pide el documento y te retiene, no tenés información ni respuesta del Estado”.

La policía peruana les dice que no está en condiciones de informar nada, solo de hacer cumplir la ley y que acaten la cuarentena. “Estamos atados”, porque no saben qué hacer y “todos los días nos llega información diferente, nos dicen que nos van a llevar a Lima y que nosotros tenemos que costear los gastos”, pero después esa misma información se desvanece.

“Somos conscientes que cuando lleguemos a Argentina tenemos que hacer la cuarentena y la vamos a cumplir, lo único que pedimos es hacerla en nuestra tierra. Acá somos 13 argentinos de diferentes lugares del país, ninguno presenta los síntomas”, precisó la joven.

En Perú, el problema es que los bancos no están funcionando y no pueden sacar dinero. Sin embargo, la respuesta de las autoridades peruanas es que “nos giren plata nuestros familiares, pero no podemos ir a sacar nada y no podemos pagar; queremos y no podemos”, se indignó.

En su caso, Daiana tiene que volver porque ya se quedó sin su medicación y en las farmacias de Cusco le piden las recetas. “Se nos está complicando y no vemos ninguna respuesta ni información oficial que nos dé una cierta tranquilidad, para así administrar lo que tenemos y ver cómo nos podemos ayudar entre nosotros”, concluyó angustiada la joven.

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