Durante un acto en Tacna, en el marco de la emergencia por las lluvias, Boluarte explicó con orgullo cómo su administración está cambiando la historia. Según ella, sus logros en agua, desagüe y saneamiento son comparables a proezas épicas.

“Cuando inauguramos un colegio bicentenario, los profesores o los padres de familia nos dicen: ‘Hemos esperado 50 años para tener este colegio’”, comentó, como si la construcción hubiera sido impulsada por su gobierno y no por proyectos de años anteriores.

Pero lo mejor vino después: la presidenta sacó pecho y lanzó su propia candidatura al Olimpo de los gobernantes más efectivos. “Puedo decir con orgullo que este gobierno ha hecho más que otros presidentes en cinco años”, aseguró con una humildad digna de un premio a la comedia política.

La frase habría sido más creíble si no fuera porque su gestión tiene un 3 por ciento de aprobación, la más baja de Sudamérica.

Para redondear su desastrosa imagen, un informe de CB Consultora confirmó lo que ya todos sabían: Boluarte es la mandataria menos popular de la región.