La burla de todo un pueblo: Dina Boluarte, la piñata más popular en el Mercado Central para Año Nuevo
En el Mercado Central de Perú, la creatividad de los vendedores ha vuelto a capturar el sentir popular con piñatas que representan a figuras públicas. Este año, la presidenta Dina Boluarte, quien enfrenta una notable desaprobación, se ha convertido en el "muñeco" más solicitado, superando a otras personalidades habituales en esta tradición.
Las piñatas de Boluarte no solo destacan por su demanda, sino también por los detalles que las acompañan, los cuales reflejan críticas a su gestión. Entre los modelos más vendidos se encuentra uno que incluye un billete de diez soles, un guiño a su polémica afirmación de que “con 10 soles alcanza para sopa, segundo y postre”. Otra versión, más elaborada, no escatima en incluir referencias a la cirugía que modificó su rostro, una característica que los fabricantes resaltaron con evidente intención humorística.
"Con valor oficial a sopa, segundo y postrecito", se lee en la pintoresca piñata de billete de 10 soles con la imagen de la presidenta Boluarte, aludiendo a la desatinada frase de la mandataria. El ingenio de los peruanos se hace presente, ahora Año Nuevo se celebra con piñata! https://t.co/53byJvu9Kn
— Mela Salazar Velarde (@Mela_Svelarde) December 10, 2024
“Se venden como pan caliente”, aseguró uno de los comerciantes, quien explicó que la presidenta ha logrado destronar a personajes como Keiko Fujimori en la lista de piñatas más populares. “Ya la destronó con sus diez soles para el menú, ya la destronó”, añadió entre risas para las cámaras de Latina.
Sin embargo, Boluarte no está sola en esta tendencia de fin de año. A la lista de piñatas que los peruanos desean destruir en la última noche de 2024 se suman figuras como Vladimir Cerrón, Rafael López Aliaga, y personajes del entretenimiento como Chibolín y el futbolista Christian Cueva, quienes también han estado en el ojo de la tormenta por diversos escándalos.
Este peculiar mercado no solo refleja la habilidad artística de los vendedores, sino también un ingenioso y ácido comentario social que los peruanos han sabido transformar en una tradición de Año Nuevo.