Boluarte manda a España a testigo clave para esconder su vínculo con el prófugo Cerrón
En una decisión que ha generado indignación y sospechas en todo Perú, el gobierno de Dina Boluarte envió a España a Ruth Ligarda, escolta presidencial y testigo clave en la investigación que apunta a la Presidente por el delito de encubrimiento personal.
Ligarda, quien dejó y recogió a Boluarte durante una reunión secreta en el sur de Lima, podría ser la pieza clave para esclarecer el presunto vínculo de la mandataria con el prófugo Vladimir Cerrón. Sin embargo, ahora estará a miles de kilómetros, en un polémico traslado que muchos califican como un intento desesperado por encubrir la verdad.
🇵🇪 El gobierno de Perú defendió su decisión de enviar a España en misión de trabajo a una escolta de la presidenta Dina Boluarte que es considerada testigo clave en una investigación contra la mandataria.https://t.co/9NwSUdzyXC
— Voz de América (@VozdeAmerica) January 3, 2025
La reunión clandestina, sospechosa de haberse llevado a cabo con Cerrón, exlíder político de Boluarte y fundador del partido Perú Libre, sigue envuelta en misterio. Cerrón, acusado de corrupción y lavado de activos, está prófugo de la justicia, y la Fiscalía sospecha que Boluarte habría utilizado vehículos oficiales para facilitar su fuga.
En lugar de colaborar con la investigación, el gobierno parece empeñado en esconder a Ligarda en el extranjero, lo que ha encendido las alarmas sobre una posible manipulación del caso.
“El traslado de Ligarda a España no tiene ninguna justificación creíble”, denuncian opositores al gobierno. Mientras tanto, el primer ministro Gustavo Adrianzén trató de minimizar la gravedad del escándalo con declaraciones que han sido calificadas de burdas y evasivas. “Bastaría únicamente una citación virtual para que Ligarda colabore”, dijo, como si enviar a una testigo clave fuera del país en plena investigación no fuera, como mínimo, sospechoso.
Este movimiento ocurre en un momento en que Boluarte enfrenta una creciente presión política y social. La Presidente no ha podido desmarcarse de las acusaciones de corrupción que rodean a Perú Libre, el partido que la llevó al poder junto a Pedro Castillo. Ahora, con Cerrón prófugo y más dudas que respuestas sobre su relación con la mandataria, la desconfianza hacia el gobierno alcanza niveles críticos.
La fiscal de la Nación, Delia Espinoza, ha citado a Boluarte para declarar el próximo 15 de enero, pero muchos temen que la mandataria siga utilizando su poder para obstaculizar la justicia. Este nuevo capítulo del escándalo Boluarte-Cerrón solo agrava la percepción de que el gobierno peruano está cada vez más sumido en la corrupción, el encubrimiento y la falta de respeto hacia las instituciones democráticas.
Con estas maniobras, Dina Boluarte parece estar jugando una peligrosa partida de ajedrez político, pero ¿a qué costo? La pregunta que se hacen millones de peruanos es si este gobierno tiene algo que esconder, y la respuesta parece ser cada vez más clara.