Boluarte en modo pánico: ahora está desesperada por tapar el escándalo de su ministro favorito

La presidenta Dina Boluarte está entrando en crisis, y se le nota. Como una capitana tratando de tapar los agujeros de un barco que hace agua, ahora se ha lanzado en una cruzada desesperada para defender a su ministro del Interior, Juan José Santiváñez, quien está metido hasta el cuello en una investigación por corrupción.
El exfiscal anticorrupción Martín Salas no se guardó nada y dejó en evidencia la estrategia de Boluarte: atacar a los jueces, a los fiscales y hasta a los medios de comunicación para intentar frenar la tormenta judicial que se le viene encima. "Definitivamente está desesperada y asustada", disparó Salas sin rodeos, asegurando que la mandataria no tiene mejor plan que agarrársela con el Ministerio Público y los periodistas.
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— La Encerrona (@laencerronaperu) March 4, 2025
Desafiando el pedido de la Fiscal de la Nación, el ministro Juan José Santiváñez ha abandonado el país, rumbo a Bélgica y Países Bajos vía España. pic.twitter.com/Ty4F5UnBp7
Pero lo más escandaloso no es solo la defensa a ultranza de Santiváñez, sino que Boluarte ya pasó al nivel de las amenazas. Con total desparpajo, advirtió que sacará a los "caviares" del Ministerio Público, como si el país fuera su patio trasero y pudiera manejar la justicia a su antojo. Según Salas, esta actitud no solo es inconstitucional, sino que podría costarle una denuncia constitucional por abuso de poder.
Y la novela sigue: cuando la Fiscalía decidió allanar la casa de Santiváñez, el ministro se hizo el sorprendido, pero resulta que ya estaba advertido. ¿Cómo lo sabía? Salas dejó entrever que alguien le filtró información desde el propio Ministerio del Interior, que casualmente controla los sistemas de interceptación telefónica. ¿Será que en Palacio están jugando al chuponeo?
Por si fuera poco, el ministro, en un arrebato de torpeza, habría intentado borrar la memoria de su celular para deshacerse de pruebas. ¿Qué tenía ahí adentro? ¿Chats comprometidos? ¿Órdenes desde arriba? Lo cierto es que este movimiento solo hace que el escándalo huela aún peor.
Y como si todo esto no fuera suficiente, Santiváñez ahora planea fugarse a Bruselas en las próximas horas. ¿Vacaciones de emergencia? ¿Exilio dorado? Aún no hay una orden oficial para impedirle salir del país, pero si alguien cree que este ministro va a volver por voluntad propia después de tomarse un café en Europa, es que no ha visto suficientes películas de fugitivos.
Mientras tanto, Boluarte sigue negando la realidad y aferrándose a su estrategia de "yo no fui". Pero la verdad es que la crisis la tiene contra las cuerdas, y si algo queda claro es que su gobierno está en caída libre.