Tras el descanso, vimos a una Inglaterra con más colmillo y a un Sterling que lo intentó en todo momento desbordado y buscando el disparo. A partir de ahí la defensa danesa y el portero, Schemeichel, comenzaron a ser los mejores jugadores del equipo. Aguantaron todas las embestidas inglesas y forzaron la prórroga, donde un penal más que evitable permitió a Harry Kane marcar y darle la victoria a la selección de Southgate.

Los daneses caen en semifinales con la cabeza bien alta, habiendo hecho sufrir a los ingleses en su propio estadio ante sus aficionados, aún con la lamentable baja, y el susto, de Eriksen. Inglaterra hace valer la gran plantilla que tiene y tendremos un partido histórico entre Italia e Inglaterra en la capital inglesa. Esta Eurocopa será inolvidable para todos los que amamos el fútbol, y no hay mejor cierre que este partido entre las dos mejores selecciones del torneo, y con dos estilos muy distintos.